Santa Misa de Canonización
Plaza de Colón, Madrid
Domingo 4 de mayo de 2003
El 4 de mayo de 2003, en Madrid, el Papa Juan Pablo II canonizó a Pedro Poveda Castroverde junto al jesuita José María Rubio y a las religiosas Genoveva Torres, Ángela de la Cruz y María Maravillas de Jesús.
Siervo de los Siervos de Dios para perpetua memoria
“En cuanto a mí, Dios me libre de gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo […]. En adelante, que nadie me venga con molestias; porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús” (Gal 6, 14´17).
San Pedro Poveda Castroverde, humanista y pedagogo, tal como lo calificó la UNESCO en el centenario de su nacimiento, vivió las inquietudes de la gran crisis de valores y de formas de vida de principios del siglo XX. Fue un exponente de esa estrecha minoría cristiana preocupada por formular los principios básicos de una antropología, capaz de liberar al hombre de toda forma de enajenación y de rechazo a la trascendencia. El compromiso de Pedro Poveda con esta corriente de pensamiento constituye el fondo más profundo de sus Proyectos Pedagógicos.
Pedro José Luis Francisco Javier Poveda Castroverde vivió entre 1874 y 1936. Nació en Linares (Jaén, España) en una familia numerosa y creyente en la que recibió una educación cristiana y comprometida.
Por el Card. PAUL POUPARD.- Atento siempre a la celebración de los aniversarios de personalidades eminentes en el campo de la educación, de la ciencia y de la cultura, Monsieur René Maheu, activo e infatigable Director General de la UNESCO, nos invita esta tarde a celebrar, a petición de Bolivia, Brasil, Colombia, España y Perú, el centenario de Don Pedro Poveda Castroverde, pedagogo y humanista español. Agradezcámosle aquí, públicamente, tan feliz iniciativa.
Por ÁNGELES GALINO CARRILLO.- Esta intervención se aproxima a la antropología pedagógica de Pedro Poveda con el deseo de ahondar en las relaciones entre sus concepciones educativas y el hombre o la mujer que en ellas se educan.
San Pedro Poveda fue responsable de una misión en la Iglesia y decidió ofrecerla para que otras personas pudieran vivirla. Le fue concedido el carisma de la convocatoria. Convocó para vivir el servicio a Dios en el corazón del mundo, en la vida misma y cotidiana, poniendo fe y vocación en las tareas encomendadas a cada cual en la sociedad.